IL 13 Maggio 2021, in Guatemala, sr Vilma Magdalena Garcia Perez ha fatto la sua prima Professione religiosa. raccogliamo la sua testimonianza ...
´´Desbordo de gozo en el señor porque se ha fijado en mí, me ha elegido y llamado para servir y proclamar la buena nueva. ´´Esta frase me ha guiado y acompañado de manera especial en estos días de preparación a mí Consagración; llevándome a experimentar interiormente el gozo de la entrega de mi vida a Jesús junto a María y José, quienes guiaron a nuestro querido Padre Fundador y que desde hoy guiaran mi vida acompañada de las Hermanas. Estaba feliz porque el día tan esperado había llegado. Todo lucia radiante se podía palpar la belleza y la dedicación que tuvieron las Hermanas para preparar un ambiente apropiado que Los Hermanos Bonillianos nos acompañaron dando un realce a la Celebración con su presencia y con los cantos de la Eucaristia. Todo era una fiesta que se unía a la gran fiesta me ayudará a vivir este momento tan especial en mi vida.
De toda nuestra Familia Religiosa, quienes en este día cumplíamos 133 años de fundación. El Padre Fundador desde el cielo nos bendice y de manera especial a todas las Hermanas presentes y a aquellas que ya partieron a la casa del Padre. Durante el rito de la Profesión, el Padre Carlos Castro (Misionero del Sagrado Corazón de Jesús) ``me exhorto a ser fiel en los momentos alegres como en los momento difíciles que la vida Religiosa presenta, ya que no todo es color de rosa, también me dijo de no olvidar mi primera motivación por la cual yo me sentí y siento llamada por Jesús y su Reino.
Cuando exprese mi Si a Jesús de Nazaret, por medio de la fórmula de la Profesión, sentí una energía que invadía mi corazón y me llenaba de gozo, de manera especial cuando recibí por manos de Sor Martita las Constituciones que serán las normas de vida que me guiarán y la medalla como signo de pertenencia a mi hoy Familia Religiosa, como Hermana de la Sagrada Familia de Spoleto. Siento y estoy consciente que he asumido una gran responsabilidad que Dios ha depositado en mis manos y con la ayuda de las Hermanas le seré fiel.
Gracias inmensas a todas las Hermanas del Instituto y de manera especial a la Madre General, Madre Paola Sisti que desde la distancia, se han hecho presente en esta fiesta de la vida, fiesta del Sí a Dios y al Pueblo pobre y oprimido, que hoy desde las familias claman por una luz de esperanza, donde la Santa Familia será el sendero que nos conduzca al Dios familia.
Era il 13 maggio 1888, quando, in uno sconosciuto lembo della terra umbra, Cannaiola (PG), nasceva l’Istituto delle Suore della S. Famiglia di Spoleto. Oggi sappiamo cos’è un Istituto religioso femminile e, proprio per questo, forse non cogliamo pienamente la forza e la meraviglia di questo inizio, avvenuto in un’epoca in cui la vita religiosa femminile apostolica non aveva ancora ricevuto dalla Chiesa la strutturazione definitiva (avvenuta con la costituzione apostolica di Leone XIII Conditae a Christo del 1900 e le Normae del 1901). Fino al 1900, infatti, l’unica forma di vita consacrata femminile approvata era la clausura, mentre quelle comunità di donne consacrate che vivevano a contatto con la gente, dedicandosi all’apostolato e alla carità, non erano ben viste dai più e soprattutto non erano ancora riconosciute ufficialmente come vita religiosa dalla Chiesa.